'Hurra y aleluya' contiene once canciones nuevas en las que Inma y
Fran, sin abandonar su peculiar manera de escribir letras y arreglos,
han afinado mucho su estilo, consiguiendo efectos más chocantes
con herramientas menos agresivas.
Pop clásico para silbar y dar palmas, letras que celebran desgracias
comunes, baladas íntimas, electrónica antigua, medios tiempos
tarareables, canciones de cuna, ruidismo sensible, un juguete sonoro cantado
en euskera, mucho kling-klang, algunos bleeps, bastantes sweeps y un estribillo
a lo Carpenters.
Algunas canciones son bailables y contagiosas, como ‘La mejor
excusa’, ‘Cierta curiosidad‘ o ‘La fibra fusible’...
Otras son himnos para celebrar desgracias, como ‘Pesetas’
o ‘Nos insultan’. Algo muy loable de Inma y Fran es que son
capaces de convertir un desastre sentimental, social o de cualquier tipo,
en motivo para una celebración, como en el estribillo que da título
al disco:
“Cuando nos insultan
ten claro que la culpa es suya.
¡Hurra y aleluya
cuando nos insultan!”
Lo más raro del disco, por sus temas y sus arreglos, son los
temas más electrónicos: ‘Futuras amigas’ (cósmica
y obviamente futurista) y ‘Tik taktik tza’ (momento lúdico,
casi infantil, y bastante manga, cantado por Fran en euskera).
La canción de cuna es un género que gusta mucho a los
Mano de Santo, y en este disco han incluído dos preciosas baladas
de este estilo: ‘No merece la pena’ y ‘Cuando vivía
aquí’, donde una base de música industrial acompaña
una melodía sencilla y popular y una letra inocente, para recordar
con nostalgia los contrastes del paisaje de Bizkaia en los años
70:
“por una ventana veía Altos Hornos
y por la otra el monte, lleno de helechos”
Otras baladas y medios tiempos destacan por su imaginación y
su temática, como ‘Las reglas del rugby’ y ‘Living
apart together’ (con un estribillo a lo Carpenters que dignifica
y exalta la difícil situación de vivir separados dos enamorados).
Mano de Santo es un grupo con un mundo propio, pero no se trata de un
grupo escapista. Su ‘otro mundo’ actúa como un espejo:
reflejando la realidad en la que vivimos, y permitiéndonos a la
vez, como los espejos en las pelis de Jean Cocteau, atravesarlo y ver
‘lo otro’, lo suyo. Como dicen ellos:
“que se queden con esa historia,
porque la nuestra es siempre otra,
distinta” |